TERREROS, KOLITZA y cordal SE hasta el SABUGAL,
desde El Berron
Bilbao, a 1 de noviembre de 2017.
Algunos de vosotros ya sabéis mi afinidad con el Kolitza.
Pues eso, hoy planteo una nueva vía de subida por un camino muy poco transitado, al menos eso creo.
La idea es salir desde El Berron, en la línea entre Bizkaia y Burgos, pero al llegar veo que, por la construcción de una gran empresa en la zona, es la de Fabio Murga que esta preparando su salida del núcleo urbano, se puede adentrar con el coche hasta un gran aparcamiento en los alrededores de Ahedillo y me parece más cómodo dejar ahí el coche.
Así que le quitamos un tramo al recorrido inicial, nos quedará una ruta de poco más de 14 km y casi 900m de desnivel, algo menos.
Salgo por carretera de cemento y enseguida me meto, en el primer cruce, por una pista a la izquierda, con una señal de dirección prohibida y carretera privada en dirección a Ahedillo.
Al llegar a este núcleo de población formado por muy pocas casas, me recibe una manada de escandalosos perros muy ladradores que salen a rodearme, amenazando mis tobillos, y enseñándome sus dientes. Gruñen y ladran mientras paso por el camino. Me dieron un buen susto pero nada más que eso.
Eso si no salió nadie de la casa ni nadie los llamó y gente sí ví.
En cualquier caso precaución si pasáis por ahí con niños, en bici o con vuestro perro, os va a recibir más de una docena de perros.
Tras pasar el arroyo de los Tueros y dejar la entrada al centro ecuestre, enseguida voy a tomar la pista por la que ascenderé.
Se llega a un cruce de pistas y giro casi 180 grados. Voy por la pista más ancha, y cruzo por la línea del canal de agua de Ordunte-Bilbao, dentro de un pinar en ocasiones salpicado de Madroños repletos de sus frutos rojos y amarillos.
Las primeras zetas son más suaves de lo previsto, se sube bien. Llego a la primera zona llana y es el momento de bajar la cabeza, ahora toca un buen rampón, justo en una curva a derecha.
La recompensa viene porque al final de la subida giro a la izquierda y entro en un pequeño, coqueto y estupendo bosque de robles. Bonito, muy bonito.
Pero el siguiente bosque, ese si va a ser espectacular, casi sin darme cuenta ha cambiado el tipo de arbol, estoy en medio de un fabuloso robledal, qué colores, qué paz.
Sopla el viento por primera vez en la mañana, y el sonido de la poca agua que trae el arroyo es música bien entonada.
He debido de asustar a algún animal porque le he oído correr, aunque no me ha dado tiempo a verlo. Ellos siempre nos ven, oyen o huelen antes.
La pista desciende un poco ahora para encontrarse con la principal que viene desde Nocedal y ya sube directamente hasta el collado entre el Burgueno y el Terreros. Nos faltan unas ocho curvas de esas de herradura.
Lo cierto es que se llega bastante fácil al collado y al ver las primeras hayas entramos a buscar el sendero, entre argomas, para alcanzar la cima del Terreros, presidida con un buzón y cuyo mayor aliciente es poder ver la Ermita del Kolitza desde lo alto.
Estando aquí recuerdo haber leído hace poco una historia sobre la "Batalla de Kolitza".
En el verano del 37, las ultimas batallas del Pais Vasco tuvieron lugar en territorio Encartado. Una vez caído el Cinturón de Hierro de Bilbao, las tropas franquistas alcanzan Balmaseda el 29 de Junio y establecen una linea de frente hacia Burgos y Cantabria por el cordal montañoso. Reorganizado el ejercito Vasco en Santander, intentan una contraofensiva viniendo desde Karranza por el Zalama y se asientan en el Burgueno y el Terreros. La luchas duraron mas de un mes, la idea era conquistar la ermita, en manos franquistas, y bajar a Balmaseda, pero no se consiguió el objetivo. Murieron mas de 200 Gudaris y la ermita quedo en estado ruinoso. Fue reconstruida en los años 47 y 48.
No pretendía ser pesado, tan solo recordar este hecho por aquello de que quien no recuerda su pasado puede caer en los mimos errores.
Seguimos...
La bajada hacia el refugio del Kolitza esta mucho mas marcada.
Pasamos a ver la nevera, el área de mesas y asadores, el refugio y subimos a la ermita.
Sopla el aire y se está incómodo. Busco un socaire para tomar un trago y comer una manzana.
Después de unas cuantas fotos y videos sigo camino.
Bajo derecho a buscar el cordal que se desprende hacia el sureste y va pasando por la cima de Los Tueros, Gueci, Peñalosa y termina en la Peña Sabugal.
Ese es el cordal que vamos a recorrer
Todo el cordal lo recorre una pista sin pérdida, tan solo al descender el Gueci y llegar al collado que lo une al Peñalosa perdí un poco el sendero. ¿El motivo? Los camiones de saca de madera han tapado la pista en la curva y la han modificado. Yo me fui un poco por la derecha y me metí de mala manera en el sucio pinar y con un buen vallado, del que tuve que salir como pude y al hacerlo vi que el sendero iba por la izquierda.
Osea que recordar si en el collado entre Gueci y Peñalosa no teneis claro por donde ir, es por la izquierda.
Al final del cordal, poco antes de que empiece a bajar con decisión nos encontramos la cima de la Peña Sabugal, con un par de buzones.
Volvemos hacia atrás hasta encontrar una pista que baja muy, pero que muy fuerte. Cuidado con los resbalones o con el barro si ha llovido, porque la pendiente es fuerte.
Al final de la bajada salimos a una ancha pista cerca del tendido eléctrico y ya más cómodamente vamos bajando hacia donde hemos dejado el coche.
Cerramos así el círculo del paseo de hoy, habiendo conocido una nueva forma de subir al Kolitza por una vertiente en la que no he visto a nadie y que me ha enseñado bonitos bosques.
Ha merecido la pena.
Hasta otra, nos vemos en el monte.
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