Bilbao, a uno de Agosto de 2015.
Hoy vamos a visitar la montaña más alta de toda la Rioja Baja.
Mi habitual compañero de rutas aun no lo ha subido, y por buscar una subida distinta a la que yo hice hace un año, vamos a salir desde Muro de Aguas para recorrer todo el cordal y acabar haciendo una circular bien chula.
Parece que hoy el día nos va a respetar, sin lluvia y sin mucho calor, o sea fenomenal.
En fin, que llegamos a Muro de Aguas, aparcamos cerca de la plaza de la fuente, nos ponemos las botas y comenzamos a andar saliendo del pueblo por la ruta del castillo.
Pasamos por las ruinas de la Iglesia Vieja, del siglo XVI y subimos a los restos de la Torre fuerte, que es del XV y se supone estuvo fuertemente amurallado. La panorámica del pueblo es muy buena.
A partir de aquí subimos al cordal acercándonos a ver los cortados. A veces no hay sendero claro pero no es difícil avanzar, se anda bien.
Tenemos continuamente la referencia visual de donde queda Peña Isasa y vamos a ir pisando las cimas anteriores y disfrutando de las vistas.
La Pedriza, Navalillo, su bajada y la segunda subida del día al cordal del cabezuela, tras varios sube y baja encaramos la verdadera pendiente, las ascensión a la Cabezuela, no es muy larga pero es potente, y además vienes viéndola desde casi el principio, así que no sorprende.
Una vez pasada esta cima, por la pista que viene desde Turruncun, alcanzamos la cima sin mayor dificultad.
Bonito buzón en honor de todos los pastores que trabajaron por estas tierras, instalado por el Club Alpino de Sestao (Vizcaya) en 1971.
Las vistas son excelentes, Moncayo, hacia Soria y la Muela de Urbion, toda la llanura riojana, el valle del cidacos y a mi especialmente me llama la atención la zona de Peñalmonte, habrá que investigar un poco para ver si se puede recorrer haciendo una integral desde Arnedillo o Prejano.
Lo cierto es que nos detuvimos un buen rato en la cima, fotos, videos, un tiento a la escalada…
Para volver retomamos el camino hasta el cabezuela y por una de sus lomas de bajada, por un sendero estrecho, pero bien definido vamos perdiendo altura hasta llegar a unos corrales, según me acaban de indicar (9/10/18) se trata de los corrales del Pozo de Juan Navarro, (gracias "Tururias Achondite"), aquí pude comprender qué es, eso que llaman, la construcción de la piedra en seco.
Recuerdo que en Cantabria, en Valderredible, cerca de Campoo, visité un centro de interpretación de la piedra en seco en el que me explicaron cómo se construyen edificios solamente apilando una piedra con otra, sin argamasa, tan solo moldeando las lascas o las piedras, que colocas de canto y sujetas unas a otras. Os pongo unas fotos para que veáis de qué hablo.
A partir de aquí el recorrido es por pista sin ninguna dificultad, bajando poco a poco.
Pasamos por distintas zonas donde se conservan corrales en buenas condiciones como los del Calalabra y sin darnos cuenta pasamos cerca de la Ermita de San Millan, a la que no saqué ni una foto porque no la vi, o no me di cuenta.
Donde sí nos paramos fue en el crucero, enorme y bien conservado, pues también es del XVI.
Al entrar al pueblo notamos el importante olor a ajo que salía de la fábrica de Ajopel, una buena iniciativa de venta de ajo pelado y envasado al vacío.
Por último visitamos la Iglesia de Nuestra Señora de La Asunción y bajamos hasta la fuente de los catorce caños donde pegamos un buen trago y nos sentamos a descansar a la sombra de un precioso nogal.
Eso es toooo, eso es tooooo, eso es toooodo amigos.
Hasta otra nos vemos en el monte.
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