Iglesias pintadas de la Llanada Alavesa;
Gazeo, Alaiza, Añua y Arbulo.
De la mano
de Álava Medieval representada estupendamente bien por Irati Aguirre, el pasado sábado día 31 de julio de 2021 asistimos,
con la boca abierta, a una visita guiada por estas cuatro iglesias próximas a
Salvatierra en la zona conocida como Llanada Alavesa.
¡Qué gran
día!
Aunque el
tiempo no acompañó, ya que estuvo bastante nublado, lo cierto es que tampoco
llegó a llover y así pudimos disfrutar de lo lindo en este recorrido.
No pretendo
en estas letras, ni con estas fotos hacer un reportaje detallado describiendo
las famosas pinturas, sino más bien lo que busco es contar mis sensaciones,
plasmar lo que recuerdo o lo que me llamó la atención.
Bien pues
entonces empecemos:
GAZEO: San Martín de Tours
Habíamos
quedado a las once de la mañana para comenzar la visita guiada. Por causa de la
pandemia solo podemos ir 9 personas más la guía, quizás sea mejor así, al menos
la opción de hacer preguntas y aclarar dudas es más fácil.
Junto al Camino
de Santiago por tierras de la Llanada alavesa se encuentra en Gazeo la Iglesia
de San Martin de Tours. De origen románico hoy no conserva casi ninguna característica
de este estilo salvo el ábside, pero lo realmente impresionante está precisamente
en el interior de su ábside, se trata del conjunto pictórico del gótico
seguramente principios del XIV.
Las
pinturas fueron descubiertas en el otoño de 1967 al vislumbrar que tras el
retablo que presidía el ábside, a través de un agujero se podían ver policromía
e imágenes. Como le dijo hace ya más de 40 años a mi compañera un señor mayor
que les enseñó la iglesia a unos cuantos interesados que por allí se perdieron;
“En
el retablo había un agujero que las mujeres del pueblo se empeñaban en tapar
poniendo un jarrón con flores, y gracias a aquel hueco se pudo ver que detrás del
retablo había algo”
Pues ese “algo”
es probablemente unos de los mejores conjuntos pictóricos del gótico lineal del
que podamos disfrutar en el País Vasco.
En la
cuenca del ábside destaca la grandiosidad del Trono de Gracia, conformado por
las figuras trinitarias del Padre, el Hijo crucificado y el Espíritu Santo en
forma de paloma y alrededor, toda una serie de coros angelicales, vírgenes y
santos les contemplan en oración. Llama mucho la atención que no se hayan
conservado las caras.
Inmediatamente
por debajo se sitúan distintas escenas, a la izquierda un Calvario de Cristo
crucificado, acompañado por María y San Juan y a la derecha el pesaje de las
almas por el Arcángel San Miguel rodeado de diablillos que pretenden llevar tu
alma al infierno y Santa Marina que encadena al diablillo mientras un Ángel eleva
tu alma al cielo si el pesaje ha sido bueno, de lo contrario pasará a la
siguiente escena donde aparece la entrada al infierno por la boca del Leviatán en la que van pasando figuras que en su disposición corporal reflejan algunos
pecados del ser humano como la lujuria y justo encima se sitúa la Caldera de
Pedro Botero que como alguna acompañante menciono al fijarse en los detalles
parece que en ellas solo hay almas “femeninas” todas ellas con melenas y rostros sonrientes, curioso detalle.
Las bóvedas
del presbiterio contienen más pinturas sobre la vida de Cristo, diferentes
pasajes de su niñez o más adulto, milagros, la ultima cena, etc.
Es de
suponer que toda la iglesia estuvo pintada pero solo nos ha llegado hasta hoy lo
que os hemos mostrado.
Si queréis
ampliar información, mucho mejor que yo con mejores fotos y videos, os dejo la página de Álava Medieval.
ALAIZA:
Nuestra Señora de la Asunción
La siguiente iglesia que visitamos fue
en Alaiza.
Este templo
de origen románico pero con cantidad de modificaciones posteriores encierra en
su interior una colección de pinturas de extraño significado, que ha sido
muchas veces interpretado dando lugar a cantidad de enigmáticas teorías en las
que han intervenido desde estudiosos de prestigio hasta periodistas como el alavés
Iker Jiménez y su programa Cuarto Milenio por tanto hay teorías para dar y
tomar de lo más variopintas.
Yo, de momento me quedo con la que nos contó nuestra estupenda guía, Irati Aguirre. Ahora os la cuento.
Las
pinturas, probablemente de mediados del siglo XII fueron descubiertas en la década
de los ochenta del siglo XX, al destaparlas de la capa de cal (ya sabéis que se
encalaba para evitar la peste y otras enfermedades de la Edad Media) y al
retirar el retablo gótico.
Aparecieron
así estas fabulosas y curiosas pinturas
al pigmento rojo tan usado en muchas otras iglesias de la zona, pero en
ninguna de forma tan detallada como aquí.
El hecho de que estas pinturas no nos hablen de Jesucristo, ni de Dios, sino de un acto de guerra y de escenas cotidianas de la clase alta de la Edad Media, así como ciertos elementos arquitectónicos de la actual Iglesia, como la ventana con “asientos para el ligoteo” más propios de torres o casonas pueden hacernos pensar que quizás no siempre fuera Iglesia.
Quizás
antes fue Panteón familiar, o sala anexa a un palacio, quien sabe. Aún falta
mucho por estudiar.
Al acceder
al interior vemos que tiene dos naves, la primera es donde está el retablo que
antes presidio el altar y la segunda nave, más alta, es la que presenta las
pinturas. Si miramos al suelo veremos cantidad de enterramientos, pero al mirar
la nave principal, aunque ya hayamos visto fotos de lo que contemplan nuestros ojos,
al menos yo, no pude cerrar la boca.
Las
pinturas describen principalmente un ataque por parte de unos caballeros
encabezados por su Rey a un Castillo defendido desde el paso de ronda desde
donde arrojan piedras y/o líquidos. Desde este castillo sale un camino “andabide”
por el que transita una comitiva fúnebre en dirección a la iglesia donde tañen
las campanas.
Cabe destacar
las vestimentas del Rey y su caballo y el armamento de los caballeros con sus estandartes, lanzas, espadas, hachas,
mazas, espadas, todo ello armamento típico del siglo XII. Destacan mucho los
ojos ovalados de los soldados, el Centauro (con múltiples interpretaciones), y
todo ello rodeado de perros, ciervos, gallos, cuervos, etc.
A la
derecha de las imágenes antes comentadas aparece la zona de las mujeres, dicho así
por que aparecen unas damas con ricos vestidos que portan presentes, ramos,
copas, ofrendas y van en dirección a un edificio donde esperan otras dos.
También ha
conseguido muchas interpretaciones las imágenes que veis a continuación. Unos
caballeros batiéndose en duelo a caballo, como en los reconocidos juegos
medievales, junto a la Dama que está pariendo. Por encima una procesión a la
iglesia de damas oferentes, mientras vuelven a sonar las campanas. Por encima de
todo un acto violento realizado por personajes enmascarados…
A la salida
del templo Irati nos explicó que no solo
estaban pintadas por dentro las iglesias sino que también lo estaban por fuera
y nos señaló en la puerta los restos que aún se conservan, por debajo de las
pocas arquivoltas que quedan al adosar aquí la casa cural. Queda lo justo para
comprobar la vinculación de la iglesia con el Camino de Santiago al apreciarse
el famoso taqueado jaques o ajedrezado, que como sabéis es signo para el
peregrino de que allí donde lo vea puede solicitar la ayuda que necesite.
Hasta ahora
hemos visto dos estupendas iglesias por lo que atesoran en su interior, en esta
de ahora también es muy relevante el exterior.
Y es que la
bonita iglesia de Añua, a la que se accede atravesando un bucólico puente,
tiene un ábside románico repleto de canecillos de muy buena factoría que
reflejan que por aquí pasó un taller de canteros de solvencia durante el siglo XIII que nos han dejado una
de las joyas del Románico Alavés.
En la década
de los noventa del siglo pasado se acometió una profunda reforma de este
edificio. Se eliminaron construcciones anexas que han sacado a la luz la maravilla
de ábside.
Podemos ahora
apreciar la cantidad de canecillos de variada simbología, perros, monstruos, duende,
cabezas de personas, de animales, los dos exhibicionistas, los vegetales y el
famoso cantero con su imprescindible herramienta. En los capiteles destaca el
de la Dama benefactora con su tocado medieval y el de la elevación del alma al
cielo. Pero es difícil fijarse en uno solo, la vista se me va continuamente de
un detalle a otro.
La vaca y el duende
La Dama benefactora
El cantero
Los exhibicionistas
En la entrada me sorprendió ver un arca
enorme, muy alta sobre todo. Es el Arcón de la Misericordia. En esta enorme caja
se guardaba parte de la cosecha de cada vecino, grano, legumbre, frutos, etc. Y
era usado en caso de necesidad, ya sea por familias pobres o en caso de pestes
o pandemias.
La solidaridad de los vecinos.
ARBULO:
Iglesia de San Martin de Tours
Y como si
de cerrar un círculo se tratara volvemos a la Iglesia de San Martin de Tours,
pero esta vez en Arbulo.
La iglesia
actual encierra en su interior lo que fue la planta de la nave rectangular de
la antigua ermita o iglesia primitiva.
En 2004 se
realizaron intervenciones en el interior de la iglesia y sacaron a relucir unas
pinturas del famoso óxido de hierro, pigmento rojo tan habitual en la zona.
Se puede
apreciar cual era el tamaño de la primitiva fachada por el color de la pintura y en ella aparece
lo que se sugiere son Cruces de Consagración,
acompañadas de otras pinturas sin aparente composición de escena, por allí hay pájaros,
cuadrúpedos, ruedas, símbolos varios. Todo como muy viejo, naif si quieres,
pero autentico, muy autentico.
También
fueron restauradas las claves del presbiterio y de las bóvedas que estaban
deterioradas y se comprobó que fueron labradas en piedra y policromadas después.
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